lunes, 13 de febrero de 2017

ITA, ESA MUJER DE LA QUE TANTO HE APRENDIDO


Y escuchando Hello de Adele, la gran ganadora de la noche de ayer de los Grammy, recuerdo que tengo que escribir un post sobre mi abuela.

¿Por qué? Porque cuando escuchaba esta canción un 6 de enero de 2016, mi madre me dijo que tenía que regresar a Oviedo desde Barcelona porque mi abuela estaba muy grave en el hospital. Y es que curiosamente, esta canción que habla sobre desamor también lo hace sobre la pérdida de alguien.

Mi abuela era un referente para mí, era como una madre y la persona viva que más quería en ese momento. Teníamos una gran admiración mutua. Una persona de más de 90 años que había vivido muchas experiencias, de la que se me han quedado grabadas 4 frases: "Quién no se mueve no le da aire", "Anina, sonríe siempre que no hay nada que no se resuelva excepto la muerte" , "Anina, sé siempre humilde" y "En el cielo hay un cartelín que dice fulanita con fulanín".

Fermina Suárez nació en un pueblecito de Castilla León llamado Villanueva del Pontedo. Celebrábamos el día de San Fermín y nunca celebramos su cumpleaños. Nunca decía su edad, ni siquiera yo la sabía y aunque sentía curiosidad, la verdad es que no me importaba demasiado. Le gustaba decir a la gente: ¿Cuántos años me echas? Y es que sabía que nunca acertarían su edad, ya que físicamente y mentalmente mi abuela era una persona que aparentaba menos años de los reales. Era una persona bella por dentro y por fuera además de bien cuidada para su edad (no tenía casi arrugas, ni pelos en las piernas y tenía una bonita voz).


Última foto con mi abuela 3 meses antes que muriera


Muy joven comenzó a trabajar cosiendo para una señora en León donde conoció a mi abuelo y se casó con él. Era una mujer emprendedora de su época que decidió alquilar habitaciones en su casa familiar como un extra al sueldo de su marido. Con el alojamiento, daba servicio de lavandería y también de desayuno, comida y cena; ahora me doy cuenta que mi abuela, hace más de 50 años había fundado su "propio Airbnb". Por su casa pasaban estudiantes o personas de paso que necesitaban quedarse algún tiempo en la ciudad. Empezó poco a poco y el boca a boca hizo que "su Airbnb" fuera conocido en la ciudad. Buena cocinera, generosa, sociable, amable, humilde y comprensiva eran esas cualidades que tenía mi abuela que hacían que las personas que pasaran por su casa, repitieran o difundieran a sus conocidos cada vez que había una litera libre en alguna habitación. Cuando tuvo que despedirse de su negocio porque comenzó a viajar por toda España con mi abuelo, mucha gente se puso muy triste ya que querían seguir disfrutando de su vida con la Sra. Fermina.

Mi abuela era ese tipo de personas que cuando entrabas a su casa a las 5 de la tarde podías comerte unos callos y llevarte de regalo unos chorizos, unos ajos, unos garbanzos o una botella de vino si eras amigo de su nieta, siempre compartía lo que tenía en ese momento. Era una persona con un carácter muy fuerte y a la vez muy sensible, siempre puesta al día sobre muchas cosas ya que escuchaba varias horas al día la radio. Recuerdo con mucho cariño, como muchas veces entraba a su habitación para apagarle la radio porque se quedaba dormida escuchándola. Seguramente si viviera, a estas horas mi abuela estaría escuchando la radio mientras hacía algo... Hoy en el Dia Mundial de la Radio, también recuerdo como sonriendo con cariño me decía: "Anina, tu no enteras de muchas cosas porque no escuchas la radio"

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